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| FOTO Acción Tr3s: Miguel Angel Iglesias, debutó con nota en Italia. Ahora toca recuperarse de la caída |
Hasta la localidad del
norte de Italia, Fiorenzuola d'Arda, viajó una representación del equipo Bio Racer-Extremadura con la intención
de sumar sus primeros puntos en la máxima categoría mundial del ciclismo de
pista.
Y así fue, ya que la
pareja formada por el emeritense Miguel
Ángel Iglesias y el hispano argentino César
Ayala, cedido para la ocasión al conjunto extremeño, lograron una gran
sexta plaza en su estreno en la Fiorenzuela
Talents Cup UIV, prueba de categoría UCI cuyo objetivo es promocionar a los
jóvenes talentos del ciclismo de pista, como su propio nombre hace referencia.
En el Velódromo
“Attilio Pavesi” en los primeros días de julio se dan cita los mejores
corredores del mundo elevando a un gran nivel este evento deportivo, que además
cuenta con una enorme expectación en sus gradas durante los días que tiene
lugar este trofeo. El debut de Iglesias y Ayala estaba previsto en madison,
prueba de fondo que se disputa por parejas, donde previamente debían pasar una
serie clasificatoria debido al gran número de ciclistas inscritos, entre ellos
la pareja suiza formada por Stefan Kueng y Thery Schir, bronce en el pasado
mundial de pista celebrado en Cali (Colombia), de gran recuerdo para el
ciclismo español ya que allí se coronaron Muntaner y Torres con una medalla de
oro.
Sin embargo y cuando
el estreno de la joven pareja de fondistas había roto el hielo en suelo
italiano con muy buena nota, el segundo día de competición Iglesias rodó por el
suelo del Attilio Pavesi como consecuencia de una caída de varios corredores
que a punto estuvo de llevarse también al técnico extremeño Rodrigo González,
que en esos momentos se encontraba a pie de pista dando las instrucciones a sus
hombres. El resultado de esta caída, además de las dolorosas quemaduras en
brazo, pierna y cadera, fue el de luxación de hombro que apartará de la
competición al valiente corredor de Mérida varias semanas, aunque quizás lo más
doloroso para la pareja hispano argentina fue abandonar la competición en la
que a buen seguro hubieran andado cerca de algún podio.
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